jueves, 2 de junio de 2016

Fichero de Casos Prácticos: Pizzerías Muzarella.

La empresa elegida es un emprendimiento gastronómico dedicado a la producción y comercialización de pizzas y empanadas. La marca es Muzarella, este es el nombre conocido por el público y presente en el logo, aunque la denominación social es Pizzas y Empanadas SRL. La empresa cuenta con seis sucursales ubicadas todas dentro de Capital Federal, con no más de 40 cuadras de distancia entre una y otra. El actual gerente general de la firma es también su dueño y fundador. Carlos Banchero, un señor de 54 años, había trabajado siempre como técnico en refrigeración por su propia cuenta. Pero él no estaba conforme, él quería constituir un negocio. Fue así que, en el 2001, abrió un local dedicado a la venta de pizzas. Teniendo en cuenta la situación económica del país para ese tiempo, priorizó mantener los precios más bajos posibles para poder acceder al público con el que contaba que, mayoritariamente, estaba empobrecido o cerca de estarlo. La pizzería empezó a funcionar, a rendir y, como era de esperarse, a expandirse. Primero, se incluyeron las empanadas en el menú, después se fueron abriendo otros locales y, finalmente, se incorporó la producción dentro de la propia empresa. El último cambio, el más novedoso y que implica un gran crecimiento como emprendimiento, es la separación de la administración como un área diferenciada, que llevó aparejado la apertura de unas oficinas en un departamento dedicado exclusivamente a tareas administrativas. Esto implicó la separación de este sector que antes se llevaba a cabo desde los mostradores de los locales en los tiempos muertos.

Esta expansión se concretó mediante la progresiva incorporación de la familia en la empresa. Carlos, el dueño y gerente, está casado y tiene dos hijos. En sus inicios, trabajaba solo, cuando fue abriendo locales, su mujer empezó a tomar en sus manos la conducción de algunos de ellos. Después, los hijos fueron creciendo y, a medida que alcanzaban la edad suficiente, fueron incorporándose a la empresa. Hoy, mientras Carlos lleva la gerencia general, Miriam (su mujer) es la gerente administrativa y sus hijos son los responsables uno del área de comercialización (tiene a su cargo los locales de venta al público) y otro del área de producción (se ocupa del funcionamiento de la fábrica). Así, mientras la empresa fue creciendo, también fue adquiriendo el carácter de familiar, que hoy es uno de sus rasgos principales.

Aspecto a Destacar

Lo que más nos llamó la atención de la empresa elegida es el proceso de profesionalización que está atravesando. Tomando en cuenta que la misma empezó como una actividad secundaria de Carlos Banchero, quien era técnico en refrigeración y quería probar hacer otra cosa; es llamativo el crecimiento que ha protagonizado en no tantos años. Además, este último ha permitido la incorporación de la familia a la empresa. Estos dos procesos, íntimamente vinculados, donde ambos son causas y ambos son efectos, nos llamaron la atención.
El hecho de poder formar por años a sus hijos, que conocen la empresa desde su fundación y saben bien los objetivos de su padre y sus ideas para concretarlos; impulsó a Carlos a decidir expandirse. Además, de la motivación personal de que su propia familia continuara el emprendimiento que él inició y lo hiciera crecer.
La incorporación de la familia no fue repentina, sino gradual, adaptándose a las necesidades tanto de las personas como de la empresa. Primero, se formalizó la participación de Miriam (que desde el principio colaboró) delegándole toda la parte administrativa. Una vez que los hijos tuvieron edad, empezaron a trabajar en la empresa, desde los puestos más bajos de la pirámide hasta uno de los más altos. Iniciaron manejando las cajas de alguna sucursal, un trabajo de medio tiempo, que les permitió hacer carreras universitarias mientras tanto. Luego, con el tiempo, conociendo más la empresa y su funcionamiento, lograron ser encargados de locales. El más grande, pronto, se convirtió en el gerente del área de comercialización cuando su padre decidió delegar esa función para poder dedicarse a la producción más en profundidad. El hijo menor, dejó su puesto como encargado, para convertirse en mano derecha de su padre en el área productiva. Así fue conociendo el trabajo y, finalmente, accedió a la gerencia.
Todo ese proceso, que le llevó años, fue ideado por Carlos, quien hoy está donde desea: se encarga de la planificación y la logística de la empresa, que ya no le demanda tanta presencia. Antes él era fundamental, era él que llevaba a cabo todos los procesos. Hoy, si bien conoce todo lo que sucede en su empresa, no es el que debe estar presente en el día a día y se limita a la solución de conflictos de la misma y la planificación general.
Además, la incorporación de la familia permitió que la empresa se desarrollara, se expandiera (mediante la apertura de nuevos locales) y se tornara más profesional (lo cual se ve claramente con la departamentalización construida recientemente). Lo más llamativo, fue el éxito que logró, algo que Carlos Banchero nunca hubiera imaginado hace 15 años.

Otro punto que queríamos destacar, era que el éxito del que hablábamos está muy relacionado con la interpretación del entorno que caracteriza a la empresa. La misma surgió en una de las más grandes crisis económicas del país y, mientras otras quebraban, esta logró consolidarse y fortalecerse para, años más tarde, poder expandirse. Esto se lo atribuimos a la capacidad de notar a qué parte de la población dirigir los productos, con qué productos poder llegarles y a la adaptación de toda la estructura hacia lograr un precio de venta que permita captar esa población y sacar ganancias. 

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