A pesar de la crisis económica y financiera en la que continúa sumergido el mundo, los ricos son cada vez más ricos.
La concentración de la riqueza es tal que, por ejemplo, los seis
herederos de Sam Walton acumulan tanta riqueza como los cien millones más
pobres. Bill Gates llegó a acumular una fortuna superior a los 110 millones de
norteamericanos de la base de la pirámide, que es superior a la reserva de oro
de Fort Knox y duplica la cantidad de dólares circulantes.
Con la economía mundial aún
conmocionada por la crisis, en 2012, la riqueza global privada creció un 7,8%,
aumentando el número de millonarios a casi catorce millones de personas en el
mundo y ubicando la riqueza en manos privadas en el orden de los 135 billones
de dólares. Incluso en América Latina, el número de millonarios creció un 10,5%
con posterioridad a la crisis.
En 2013, las 300 personas más ricas
del mundo siguieron haciéndose más ricas, agregando a sus riquezas unos US$ 524
mil millones, cifra equivalente al PBI de la Argentina. El patrimonio global de
esas 300 personas más acaudaladas de la humanidad, según la agencia Bloomberg,
equivale a un cuarto de la economía norteamericana.
Con respecto a los billonarios, que
poseen un patrimonio individual superior a los mil millones de dólares, en 2016
sumaban unos 1.810 individuos. Sus fortunas combinadas suman unos U$S 6,48
trillones La mayoría residen en Estados Unidos (540), China (251) y Alemania
(120). Hace poco más de veinte años ese número alcanzaba solamente a 140 personas.
El 20% más rico del mundo tiene el
86% del PBI y el 95% del crédito, mientras que el 20% más pobre solo llega al 1
% de ambos. En 2015 el patrimonio acumulado del 1% más rico del mundo superó al
del 99% restante.
Según datos dados a conocer hoy por la ONG
global OXFAM, solo 8 multimillonarios acumulan la mitad de la fortuna
del mundo. Es decir, que las fortunas sumadas de esas 8 personas superan la
riqueza global de más de 3.700 millones de habitantes del planeta.
En ese listado solo aparece un
latinoamericano: el mexicano Carlos Slim en el cuarto puesto.
En 2016 ese número era de 62
personas, y un año antes alcanzaba a las 86 más ricas del mundo, lo que
demuestra la velocidad con la que se está profundizando el proceso de la
concentración de la riqueza en el mundo y, consecuentemente, la pauperización
de los sectores de menores ingresos. Los ingresos del 10 por ciento más pobre
de la población mundial aumentaron en menos de 3 dólares por año entre 1988 y
2011, mientras que los ingresos del 10 por ciento más rico se multiplicaron 182
veces en ese período.
Hoy en día solo seis empresarios estadounidenses, uno español y otro
mexicano, que cabrían en un ascensor, tienen la misma riqueza que 3.600 millones
de habitantes.