jueves, 7 de junio de 2012

Fichero de casos prácticos: "AYSA"


Agua y Saneamientos Argentinos (AySA) es una empresa pública argentina (Sociedad Anónima) dedicada a la prestación de servicio de agua corriente, cloacas y desagües pluviales. Se crea en el año 2006, momento en el cual es estatizada la empresa Aguas Argentinas, con una composición accionaria donde los empleados participan de la posesión del 10% del total de las acciones y el Estado Nacional el 90%, y posee en total unos 4.500 empleados. Se encarga de cubrir el servicio de un área de 1.811,3 km2 y abastece a 9.736.375 habitantes en el área de Capital Federal y el conurbano bonaerense.  Teniendo como misión: "proveer un servicio de agua potable y saneamiento universal, de calidad, sustentable y eficiente, que contribuya al bienestar de la población y al cuidado del medioambiente". Desarrollo un programa de responsabilidad social: el modo en que gestiona, durante todo el proceso de planeamiento, producción y prestación de los servicios; buscando cumplir con la misión al tiempo que fomenta el desarrollo sustentable de la sociedad, promueve la reducción de las desigualdades sociales y preservar los recursos naturales.
La empresa se funda en 1912, siendo Obras Sanitarias de la Nación, era una empresa nacional encargada de brindar servicio a todo el país. En 1978 (durante la última dictadura) se lleva acabo su “regionalización” pasando la empresa a hacerse cargo del área del AMBA.
En ese momento era altamente superavitaria, de tal forma que el ministro de economía Martínez de Hoz obligaba a la empresa a hacer un aporte al tesoro nacional y durante esos años los fondos de la empresa eran utilizados para pagar sueldos de otros trabajadores del sector público del resto del país (gendarmería, policía, etc).
Hacia fines de los años 80’, el estado de la empresa era crítico, el servicio que se brindaba era bastante deficiente y la conducción de los recursos humanos mostraba serias falencias. En los 90’ se decide su privatización. La prestación del servicio quedó en manos de la empresa Aguas Argentinas, propiedad en su mayor parte del grupo francés SUEZ, la española Aguas de Barcelona y grupos privados locales como el Banco Galicia. Cuando llega esta gerencia a la empresa la misión cambia totalmente, los franceses planteaban que lo que había que defender eran “los altos intereses de los accionistas”, la concesión fue sin poner ni un peso, con compromiso de inversiones, calidad y poner un precio razonable. SUEZ decide en un principio reducir a la mitad la cantidad de empleados de la empresa, pasando de tener 8000 a 4000 (con 4000 en “retiro voluntario”). Las condiciones para SUEZ fueron muy favorables ya que la empresa tenía un margen de ganancia de alrededor del 66% por año. Fue acusada en reiteradas oportunidades de incumplir el contrato de concesión y las obras proyectadas; la mayor parte de los efluentes seguían vertiéndose en el Río de la Plata sin tratar. Al revisarse durante el mandato de Néstor Kirchner los contratos de concesión de servicios públicos, Aguas Argentinas fue protagonista de varias disputas con el Poder Ejecutivo, principalmente sobre asuntos tarifarios. SUEZ se retira a fines de 2005, aduciendo falta de rentabilidad (ya no era el 1 a 1, el negocio se había “desinflado").
Desde la creación de AySA, la empresa no resulta superavitaria, el Estado Nacional se encargar de cubrir todos sus gatos. La tarifa quedó congelada desde la estatización de la empresa (2006), a pesar de que este año se intentó hacer una quita a algunas áreas de alto poder adquisitivo. Lo que se lleva la mayor parte de los gastos, son las inversiones en mega-emprendimientos, obras verdaderamente muy grandes que según cuenta el gerente al que entrevistamos “yo nunca vi en los 40 años que llevo en la empresa, aún cuando la administración pertenecía al grupo Francés, la cual era llevada de manera muy eficiente. Pero ahora se están haciendo obras muy grandes, y obras intermedias, se está ampliando el servicio en áreas muy grandes, hay proyectos muy ambiciosos”.
Dados los cambios en la gerencia y los objetivos de la administración de la empresa en los últimos 40 años, donde se cambiaban los logos, los colores, los lemas para diferenciar a la nueva etapa que comenzaba de la anterior, en los empleados se hace difícil encontrar una cultura marcada. Lo que se dio consecuentemente es un gran avance de poder del sindicato, que fue siempre el mismo, y cumplió en todos estos últimos años un importante rol de protector de los trabajadores y otorgó un sentimiento de unidad y pertenencia, es por esto que no falta en los actos de trabajadores y en las fechas conmemorativas, los slogans de “el corazón sanitarista” o “la hermandad sanitarista”, los empleados se sienten más unidos por ese lado.
Dado este alto poder del sindicato en el organigrama de AySA se ve que la jefatura del sindicato está a la altura de la presidencia de la empresa, ya que tiene una gran influencia en los trabajadores, y es el sindicato el que se encarga de tareas como: publicar una revista mensual, organizar torneos de fútbol, jornadas de pesca, etc. Aunque también existe por parte de los empleados la idea de orgullo hacia su empresa, durante  la época privatizada donde se mejoró muchísimo la eficiencia “nos dimos cuenta que teníamos en manos algo muy grande, que requería mucha responsabilidad, había que ponerse la camiseta”, según nos cuenta el gerente entrevistado.
Además dada la magnitud de la empresa (por el área que cubre y por la masa de consumidores que tiene su servicio) tienen un largo historial de experiencias en varios ámbitos, lo que lleva a que muchas veces sean consultadas por otras empresas de servicios públicos y quedando demostrado que son una empresa muy sólida y con mucho conocimiento acumulado, “nos sentimos referentes”, según sus propias palabras.
La empresa se mantiene en funcionamiento durante las 24 horas del día, todos los días, por lo que todos sus procedimientos están reglados por cerca de 9.000 manuales (y con tendencia creciente) quedando contemplados todos los casos y operaciones posibles, hasta el remoto supuesto de que un avión impacte contra la torre toma de donde se saca agua, hay un procedimiento establecido para ello. Los empleados tienen la cultura de reaccionar rápidamente y eficientemente (más durante la rutina diaria) hay una muy buena predisposición a actuar como se pueda en algún momento crítico (la planta posee únicamente 2 horas de autoabastecimiento en el caso de que por algún motivo se deje de tomar agua del rio).

2 comentarios:

  1. En tan poco espacio es difícil historiar 100 años, pero se acerca mucho a la realidad y más aún en la actualidad donde marca un antes y un después de la experiencia privatizadora y la función estratégica del gremio en la conducción de la misma. Su secretario general (J.L.Lingeri) estuvo en las 2 instancias (la privatizadora y la estatizadora) y su habilidad posibilitó un tránsito sin mayores dificultades y con ello ganó la influencia de su gremio para las decisiones más trascendentales.

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  2. Muchas gracias por tu comentario!
    Saludos

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