Desde la conquista de la jornada laboral de ocho horas, a comienzos del siglo XX, los trabajadores alcanzaron el derecho a pasar un tercio de su vida adulta en su lugar de empleo. De esta forma se concretaba la consigna, ocho horas de trabajo, ocho de descanso y ocho de esparcimiento, dejando de lado las interminables jornadas laborales en condiciones de explotación inhumanas que se habían impuesto en la segunda revolución industrial y que, en Argentina, se denunciaron en obras clásicas como "La fátiga", de Alfredo Palacios, o el "Informe sobre el estado de la clase obrera", de Juan Bialet Massé.
Al tiempo que se lograban importantes conquistas en lo referido a la jornada laboral (reglamentación del trabajo de mujeres y de niños, sábado inglés, etc.), también empezaban a discutirse fuertemente los procesos y las condiciones de trabajo, fundamentalmente en lo referido a las normas de seguridad, higiene y salubridad.
En ese contexto de auge de la organizacion "científica" del trabajo, del taylorismo y de los ingenieros en el diseño de los sistemas productivos, y cincuenta años antes de que en el mundo se constituyera la primera Sociedad de Ergonomía, en Inglaterra, en nuestro país se sancionaba la reconocida Ley 12.205, conocida como Ley de la Silla, a partir de un proyecto presentado por el primer Diputado Socialista de América, Alfredo Palacios, en el año 1907.
Esta ley, una de las primeras normas fundantes del Derecho Laboral argentino, determinó el derecho de los trabajadores industriales o comerciales a ocupar un asiento con respaldo en los intervalos de descanso, así como durante el trabajo, si la naturaleza del mismo no lo impide, y la provisión obligatoria de tantas sillas como empleados.
Más de cien años después, una nueva tendencia en la ergonomía, sustentada en supuestos estudios de clima laboral, pretende contraponer, nuevamente, derechos con productividad.
En una nota de la selección semanal de The New York Times para Clarín, del día 9 de mayo de 2010 se informa que "investigadores médicos descubrieron que las personas que están de pie en el trabajo tienden a ser más sanas que las que permanecen sentadas" y "varias empresas de muebles para oficinas empezaron a vender escritorios lo suficientemente altos como para trabajar cómodamente parado frente a la computadora".
Asimismo justifican que las personas "tienden a estar paradas cuando quieren que se haga algo o cuando tratan de hacer algo creativo".
En medio de este desopilante llamado, fundado en el llamado a la productividad y supuestos estudios sanitarios que contradicen años de estudios científicos , de los creativos diseñadores de ambientes confortables de trabajo a destruir todo elemento de cuatro patas, surge también un avance positivo que podría terminar con el principal objeto de ataques del personaje Dilbert, del humorista norteamericano Scott Adams: el cubículo.
El nuevo paradigma de oficina privilegia un entorno más transparente, con una circulación más fluída y un mayor espíritu de colaboración, frente a la escenografía donde a los trabajadores se les imponía el aislamiento para realizar su tarea individual.
Así como hace unos años la arquitectura de las instituciones bancarias y financieras modificó el paradigma de la solidez por el valor de la transparencia, y cambió el cemento y las columnas romanas por el uso del vidrio y los paneles en sus construcciones, hoy también los espacios de trabajo están empezando a ampliarse y colectivizarse. Los espacios amplios, sin cubículos ni paredes, permiten, no sólo un ahorro de metros cuadrados, sino también generar un entorno más dinámico y un ambiente de mayor colaboración laboral.
Así, los cubículos o espacios de trabajo, que, según Adams, servían para "recordar al empleado de una forma permanente que su valor para la empresa es marginal" parecen tener ya una fecha de vencimiento.
Al tiempo que se lograban importantes conquistas en lo referido a la jornada laboral (reglamentación del trabajo de mujeres y de niños, sábado inglés, etc.), también empezaban a discutirse fuertemente los procesos y las condiciones de trabajo, fundamentalmente en lo referido a las normas de seguridad, higiene y salubridad.
En ese contexto de auge de la organizacion "científica" del trabajo, del taylorismo y de los ingenieros en el diseño de los sistemas productivos, y cincuenta años antes de que en el mundo se constituyera la primera Sociedad de Ergonomía, en Inglaterra, en nuestro país se sancionaba la reconocida Ley 12.205, conocida como Ley de la Silla, a partir de un proyecto presentado por el primer Diputado Socialista de América, Alfredo Palacios, en el año 1907.
Esta ley, una de las primeras normas fundantes del Derecho Laboral argentino, determinó el derecho de los trabajadores industriales o comerciales a ocupar un asiento con respaldo en los intervalos de descanso, así como durante el trabajo, si la naturaleza del mismo no lo impide, y la provisión obligatoria de tantas sillas como empleados.
Más de cien años después, una nueva tendencia en la ergonomía, sustentada en supuestos estudios de clima laboral, pretende contraponer, nuevamente, derechos con productividad.
En una nota de la selección semanal de The New York Times para Clarín, del día 9 de mayo de 2010 se informa que "investigadores médicos descubrieron que las personas que están de pie en el trabajo tienden a ser más sanas que las que permanecen sentadas" y "varias empresas de muebles para oficinas empezaron a vender escritorios lo suficientemente altos como para trabajar cómodamente parado frente a la computadora".
Asimismo justifican que las personas "tienden a estar paradas cuando quieren que se haga algo o cuando tratan de hacer algo creativo".
En medio de este desopilante llamado, fundado en el llamado a la productividad y supuestos estudios sanitarios que contradicen años de estudios científicos , de los creativos diseñadores de ambientes confortables de trabajo a destruir todo elemento de cuatro patas, surge también un avance positivo que podría terminar con el principal objeto de ataques del personaje Dilbert, del humorista norteamericano Scott Adams: el cubículo.
El nuevo paradigma de oficina privilegia un entorno más transparente, con una circulación más fluída y un mayor espíritu de colaboración, frente a la escenografía donde a los trabajadores se les imponía el aislamiento para realizar su tarea individual.
Así como hace unos años la arquitectura de las instituciones bancarias y financieras modificó el paradigma de la solidez por el valor de la transparencia, y cambió el cemento y las columnas romanas por el uso del vidrio y los paneles en sus construcciones, hoy también los espacios de trabajo están empezando a ampliarse y colectivizarse. Los espacios amplios, sin cubículos ni paredes, permiten, no sólo un ahorro de metros cuadrados, sino también generar un entorno más dinámico y un ambiente de mayor colaboración laboral.
Así, los cubículos o espacios de trabajo, que, según Adams, servían para "recordar al empleado de una forma permanente que su valor para la empresa es marginal" parecen tener ya una fecha de vencimiento.
Muy interesante, me parece muy buena su iniciativa por generar conocimiento nuevo en esta ciencia tan joven y que apasiona tanto. Siempre tratando de ver el costado humano de cada organización es decir sus personas y relaciones. Nosotros como estudiantes también estamos encarando algo parecido y el puntapié inicial fue la publicación de una revista que estuvimos vendiendo en la facultad y está teniendo muy buena recepción.
ResponderEliminarRespecto al artículo, lo publicado por el New York Times me parece que es nefasto, poner el ambiente laboral en función de la productividad, más si esa productividad no se manifiesta concretamente con un aumento de salarios.
Se puede buscar una mayor productividad a partir del ambiente laboral pero en esta decisión y proceso de diseño deberían estar los protagonistas, es decir la gente que en definitiva va a trabajar en ese ambiente.
Lo de la eliminación paulatina de cubículos puede verse de dos maneras, por un lado está muy bien que no se aísle a los trabajadores y que los mismos puedan interactuar entre sí con toda libertad, pero también está el hecho de que en un ambiente abierto el trabajador se puede sentir constantemente observado dándose el fenómeno conocido como Panóptico trabajado por Michael Foucault. Creo que se podría encontrar un equilibrio, pero siempre en todo diseño deberían estar como protagonistas quienes son los que en definitiva van a pasar sus horas trabajando en ese ambiente.
Le haremos llegar la revista en alguna oportunidad, para poder nutrirnos también de su opinión.
Cordialmente: Lic. Sergio Martin Plaza.
Muy interesante, me parece muy buena su iniciativa por generar conocimiento nuevo en esta ciencia tan joven y que apasiona tanto. Siempre tratando de ver el costado humano de cada organización es decir sus personas y relaciones. Nosotros como estudiantes también estamos encarando algo parecido y el puntapié inicial fue la publicación de una revista que estuvimos vendiendo en la facultad y está teniendo muy buena recepción.
ResponderEliminarRespecto al artículo, lo publicado por el New York Times me parece que es nefasto, poner el ambiente laboral en función de la productividad, más si esa productividad no se manifiesta concretamente con un aumento de salarios.
Se puede buscar una mayor productividad a partir del ambiente laboral pero en esta decisión y proceso de diseño deberían estar los protagonistas, es decir la gente que en definitiva va a trabajar en ese ambiente.
Lo de la eliminación paulatina de cubículos puede verse de dos maneras, por un lado está muy bien que no se aísle a los trabajadores y que los mismos puedan interactuar entre sí con toda libertad, pero también está el hecho de que en un ambiente abierto el trabajador se puede sentir constantemente observado dándose el fenómeno conocido como Panóptico trabajado por Michael Foucault. Creo que se podría encontrar un equilibrio, pero siempre en todo diseño deberían estar como protagonistas quienes son los que en definitiva van a pasar sus horas trabajando en ese ambiente.
Le haremos llegar la revista en alguna oportunidad, para poder nutrirnos también de su opinión.
Cordialmente: Lic. Sergio Martin Plaza.
Sinceramente es lamentable el papel que están tomando algunos sectores, de un timepo a esta parte, que escudandose en frases como : "esta cientificamente comprobado" o "un estudio de la universidad reveló que..o "investigadores médicos descubrieron que..", inducen ,conspiran y trabajan para intereses privados para unos pocos que nada tienen que ver con la busqueda del bienestar común.
ResponderEliminarUn ejemplo de esto puede ser el marketing, que fusionado con la política y el poder nos pueden llegar a "vender" un modelo tipo de "persona de exito", cual receta de cocina, como si todo aquel que no esté bajo esos parametros fuese un perdedor. Y en el peor de los casos, estos creativos, hasta nos endosan candidatos a presidente. Porque no es lo mismo que nos vendan un ACTIVIA (PURGA COOL DISFRASADA DE YOGOURT), a que nos vendan por medio de frases chatas como "DICEN QUE SOY ABURRIDO" "QUE LINDO ES DAR BUENAS NOTICIAS" o las mas recientes "TENGO UN PLAN" O "VA A ESTAR BUENOS BS AS" y "tal cosa es PRO" o la tristemente recordada "AHORA TIENE PARA ELEGIR ADEMÁS DE LOS PRODUCTOS NACIONALES, LO IMPORTADOS", una mentira disfrasada de nuevo plan de país.
Lo triste de todo esto es que esta gente,que trabaja concientemente en contra del porvenir de la gente, nunca queda en los créditos de la historia sino que tan solo aparecen como productoras de contenidos que prestaron sus "servicios".
Para cerrar esta idea y citando a Bernardo Kliksberg,creo que detras de toda crisis económica hay en realidad una crisis social de valores donde la moneda mas devaluada es la ética.
EZEQUIEL PIRIS
Antes que nada aporto para los que, como yo, no sabian lo que significa ergonomia
ResponderEliminarErgonomía es, tanto:
la disciplina científica relacionada con la comprensión de las interacciones entre humanos y otros elementos de un sistema, así como
la profesión que aplica teoría, principios, datos y métodos para diseñar a fin de optimizar el bienestar humano y el rendimiento global del sistema.
Estoy de acuerdo y me parece muy productivo que se eliminen esas especies de "cajas" hermeticas en las que miles de hombres y mujeres se ven obligados a trabajar. Uno sabe bien sus responsabilidades y no es necesario que te encierren para recordartelas. En el caso que alguien se las olvide, entonces no era alguien optimo para la empresa.
Los espacios abiertos creo que generan una sensacion contraria al ahogo o al sofocamiento, y permite algun cruce de palabras con aquel que, en fin, es un compañero de trabajo, y si juntos forman parte de un sistema y de una vida laboral común, lo más lógico es que puedan dialogar entre ellos y conocerce, siempre y cuando no se desatienda las tareas que cada uno debe realizar.
Me parece que un cruce de palabras o un cafe con un compañero lleva a 5 minutos de dispercion pero luego cuando uno vuelve a su trabajo pareciera estar mas concetrado y tener ideas mas claras.
Por último, seria muy conveniente, en mi opinion, que ademas de investigaciones y estudios sobre tal o cuál cosas, debrían charlar con los propios trabajadores acerca de cómo se sienten más cómodos o qué necesitan para rendir mejor, porque no son cosas, son personas que pueden expresar lo que sienten, y si alguien es inteligente: escucharlos podria ser la solucion a varios problemas.
Martino Ma. Emilia
Algo que se podría agregar es la nueva idea que esta surgiendo en muchas empresas de crear dentro del espacio laboral un ambiente de esparcimiento como por ejemplo mesas de pool, sillones confortables, televisores plasma, juegos electrónicos, etc. Una de las organizaciones donde se da esto es Globant. Además también esta surgiendo una tendencia a instaurar una sala maternal en el mismo espacio de trabajo. Un ejemplo es Swift que cuenta con una sala maternal, en donde los hijos de su personal de hasta 2 años son atendidos por personal altamente capacitado. Todo esto se suma al objetivo de dejar atrás el pensamiento de "recordar al empleado de una forma permanente que su valor para la empresa es marginal".
ResponderEliminarCreo que toda esta transformacion que se esta experimentando en lo referente a la ergonomia es parte tambien de una nueva evolucion del llamado hombre burocratico, en el que ya no solo buscar la maximizacion, la solucion a mas efectiva y eficaz es lo unico y mas importante, sino que se da paso a la conformacion, a la busqueda de la opcion que beneficie en niveles relativamente parejos a todas las partes influyentes en la organizacion. Es decir, que se avanza cada vez mas en cuanto a lograr la satisfaccion de las necesidades humanas asi como la mejora del clima laboral para llegar asi a la plena productividad de la organizacion. De hecho, estas aplicaciones de la ergonomia a las organizaciones laborales esta dando lugar al surgimiento de una "macroergonomia". Sin embargo, cabe recordar que no siempre la optimizacion de las partes del sistema lleva a la optimizacion total del sistema.
ResponderEliminarCreo que la evolucion experimentada por la ergonomia en lo refente a la organizacion es un paso mas en la evolucion del hombre burocratico, en el que ya no es buscar la maximizacion lo unico y mas importante, sino que se da paso a la conformacion, a la busqueda de un nivel de beneficio relativamente equivalente en todas las partes concernientees de la organizacion, de manera que cada vez se pueda satisfacer d euna manera mas eficaz y eficiente las necesidades humanas asi como mejorar el clima laboral para lograr una productividad de la orgnaizacion cada vez mayor. De hecho, estos avances de la ergonomia de las organizaciones esta dando lugar al surgimiento de una "macroergonomia".
ResponderEliminarSin embargo, cabe recordar que la optimizacion de las partes del sistema, no siempre garantiza la optimizacion del sistema total.
Dejando mi opinión sobre este articulo, en donde la tendencia de las organizaciones comienzan a “romper” con esos aislamientos y encierros de los trabajadores, lo entiendo que muy lentamente estas empresas, comienzan a aceptar que la mejor manera para la maximización de la productividad, es dándoles lugar dentro de la misma, como es así la interacción entre ellos y que no se sientan como una extensión de una maquina. Esto en el articulo se ve representado con la lenta extinción de los cubículos, en donde representa no solamente la disminución de la fatiga, sino la eliminación de un organigrama visual siendo esta la “nueva” llave del éxito para muchas organizaciones, en donde en periodos anteriores fueron otras, como la jornada laboral de ocho horas.
ResponderEliminarA los pertenecientes esta nueva metodología hace “creíble” situaciones en la que se encuentran dentro de la misma, que lamentablemente en muchos casos no lo son, dándose cuenta recién de esto, en el instante mismo que una simple orden ocasiono una reducción de personal, dejándolos fuera de la organización.